Luego del plebiscito recién vivido en nuestro país, nuestro capellán, el padre Francisco, nos invita a mirar nuestro futuro y el proyecto del Reino de Dios como un camino de Paz que debemos cimentar y alcanzar en cada una de nuestras acciones.
La violencia y las agresiones se han visto en todos los ámbitos, en las familias, en el congreso, en nuestras calles. También se palpa a lo largo de nuestro país. Y para qué decir, la guerra que ya se vive entre Rusia y Ucrania.
¿Qué podemos hacer nosotros? Trabajar por la paz, pero no como la paz del mundo. La Paz de Dios brota del corazón, estar en comunión con Él.
Quien no tiene paz en su corazón, no tiene paz con Dios, no tiene paz consigo mismo y está en guerra con todo el mundo.
San José, ruega por nosotros.