Este miércoles 30 de noviembre se ha celebrado junto la comunidad educativa del Liceo San José de la Preciosa Sangre la Eucaristía por nuestros octavos básico que han cerrado un nuevo ciclo para seguir avanzando hacia la enseñanza media.
Nuestro capellán, padre Francisco Herrera predicó a partir de la lucha entre el pequeños David y el gigante Goliat, donde el joven con humildad, pero con una confianza enorme en Dios pudo vencer al filisteo. David tuvo una confianza única al recordar todos los beneficios con que Dios lo ha ido acompañando a lo largo de su vida: “Si Dios estuvo conmigo en esos momentos, de seguro que estará en los venideros”.
También se abordó la valentía de los buenos criados del evangelio de los talentos, que con lo que su señor les había confiado pudieron dar nuevos frutos, pero aquel “siervo malo y perezoso” que no fructificó con lo que Dios le había entregado, fue apartado de su señor.
Y finalmente, los padres de cada alumno y alumna, les entregaron las medallas que llevan acuñada la imagen de san José, nuestro patrono, para que puedan continuar avanzando y desarrollándose al alero nuestro custodio.
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