La costumbre de todos es el "pedir", tanto a los que están a nuestro alrededor como a Dios, todo lo que necesitamos y queremos. Mientras que la actitud de agradecer la vamos perdiendo.
Debemos agradecer en toda circunstancia: a nuestros padres, los amigos, ser agradecidos por el colegio, etc. Pero por sobre todo ser agradecidos con Dios.
Al ser agradecidos vamos saliendo de nosotros mismos para abrirnos a los demás, ensanchando nuestro corazón y nuestra alma, y de tal forma poder estar abiertos a las gracias que Dios quiere regalarnos.
Glorioso Patriarca San José
Ruega por nosotros.
Equipo Pastoral
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