San José, padre amado por la Sagrada Familia y la Iglesia, cuenta con dos celebraciones dedicadas a él, en el año litúrgico, de gran importancia: el 19 de marzo, san José esposo de la Virgen María y padre adoptivo de Jesús; y el 1 de mayo celebramos, San José, trabajador.
El Señor quiere vivir del trabajo y de esta forma darle un sentido a todo esfuerzo. Esto lo aprende de las manos de San José: en el Evangelio, Jesús recibe el título de hijo de José, hijo del carpintero. De esta manera, se nos da a entender que san José tuvo que haber muerto muy cerca del inicio de la vida pública de Jesús.
Son 30 años de vida silenciosa, uniendo el trabajo y el esfuerzo en la cotidianidad de la vida, donde aprende que gracias al trabajo, el esfuerzo y la perseverancia se lograrán frutos duraderos.
Encomendemos a San José a todas las personas que se encuentran sin trabajo y a aquellas personas que cuentan con su trabajo, para que puedan mantenerlo y que sean cada vez más un lugar de plenitud.
Glorioso Patriarca San José,
Ruega por nosotros
Equipo de Pastoral
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