Todo lo multiplica el Amor.
Uno cosecha lo que siembra, como se dice en el campo: si siembras porotos cosecharás porotos, no se puede esperar cosechar algo que no se hubiese sembrado anteriormente. Por lo que si siembras generosidad, cosecharás generosidad; y al contrario, si siembras mezquindades, recogerás mezquindad. Pero en las cosas de Dios se da una novedad, uno puede sembrar poco y cosechar muchísimo, como dice el Evangelio, la semilla que cae en buena tierra dio el 30, el 60 y el 100 por uno. Un poco de pan y vino, y Dios nos entrega su cuerpo y su sangre.
Por medio de la historia sobre Sissa y el ajedrez que le lleva al rey Sheram, el padre Francisco nos hace poner nuestra mirada en cuánto se multiplicarán las gracias de Dios, con un poco más de Eucaristía, un poco más de bondad, de misericordia. Pues todo lo multiplica el amor de Dios.
¡San José…ruega por nosotros!
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